🥩GRASA Y CEREBRO.
En realidad una dieta alta en grasas y en colesterol es buena para nuestro cuerpo ya que no daña el cerebro. El 60 % de nuestro cerebro está formado de grasa y sin dicha grasa no vamos a funcionar, por ejemplo las grasas saturadas son un componente importante de las células cerebrales y necesarias para que esté sano pero en cambio satanizamos las grasas buscando todo tipo de medicamentos para disminuir los niveles de colesterol sin tomar en cuenta que eso puede desarrollar una diabetes y lo peor es que la diabetes duplica el riesgo de desarrollar Alzheimer. Por eso el consumir grasas en lugar de cereal aminora hasta un 36% la demencia contribuyendo a beneficiar el hígado y al sistema inmunológico, claro también mejoran las hormonas por eso la gente que no come cereal, pan, dulces, pastas o alimentos con gluten o proteína vegetal presente en el trigo, cebada y el centeno no sufre de alergias, no se deprime, tiene sexo caliente, no sufre de dolores menstruales, son fértiles, no dañan el corazón o el páncreas.
Quiere decir, que en lugar de un cereal con leche, banano y miel de abeja para obtener “energía”, debemos comer:
..Salmón (omega 3),
.. Aguacate (grasa monosaturada para el cerebro y mejorar la presión sanguínea hacia el cerebro),
.. nueces (grasas no saturadas, para la piel y el cabello,
.. huevo (grasas saturadas y colina para mejorar el cerebro y la parte cardiovascular),
.. aceite de oliva (bueno para el cerebro), etc.
En lugar de bajar el colesterol quitemos el arroz, pan y cereal que beneficia la agregación plaquetaria (plaquetas se pegan a los vasos sanguíneos) y esto atrapa el colesterol de baja densidad o LDL produciendo la arteriosclerosis.
El Cerebro
El cerebro debe recibir alimentos adecuados si deseamos que este obtenga las 600 calorías diarias que requiere para funcionar bien y regenerarse, o entendido de otra forma, el cerebro come el equivalente a 9 veces más de lo pesa una persona; suponiendo una ingesta de 2000 calorías diarias en un sujeto de 75 kilogramos.
El cerebro es un órgano especial que come azúcar o grasas dependiendo de la base nutricional que elijamos. Si consuminos un 65% de carbohidratos el querrá azúcar, si en lugar de carbohidratos comemos un 65% de grasas el comerá grasa convertida en cuerpos cetogénicos.
Lo más curioso es que el cerebro a pesar de necesitar azúcar, no almacena glucógeno para estarse alimentando, sino más bien depende del metabolismo de los carbohidrados que desde la transformación del glucógeno o de la glucosa, bajo condiciones aeróbicas o de recibir oxígeno debe alimentarse todo el día.
Sin embargo como los carbohidratos se transforman en:
.. glucógeno hepático,
.. glucógeno muscular,
.. en triglicéridos y
.. en colesterol aterogénico LDL del que se pega en arterias, no tienen la capacidad de brindarle al cerebro las 600 calorías diarias que el necesita para funcionar correctamente; presentándose:
.. ansiedad,
.. insomnio,
.. dolor de cabeza,
.. mal genio,
.. falta de capacidad para recordar,
.. incapacidad de concentración,
.. difícil capacidad para estudiar y otros trastornos.
Entendemos que las moléculas de ácido pirúvico no se convierten en ácido láctico, sino más bien pasan del sarcoplasma o citoplasma de las células musculares hacia las mitocondrias, para realizar una serie de reaciones que dividen cada molécula de tres carbonos de ácido pirúvico, en tres moléculas de dióxido de carbono y tres moléculas de agua (3 CO2 y 3 H2O), y que esa división del ácido pirúvico hacia moléculas de CO2 Y H2O, tienen poca energía. Esa poca energía es repartida entre los músculos y demás órganos, para restarle calorías al cerebro sin llegar nunca a las 600 calorías diarias (carbohidratos).
Otro dato curioso es que el cerebro a pesar de ser una pelota de grasa, no puede recibir grasa directamente, porque las moléculas de grasa son muy grandes como para pasar a través de la membrana cerebral. Sin embargo si se le brinda energía desde el metabolismo de las grasas, convertidas en cuerpos cetogénicos, desde el hígado. Claro está, cuando no se consumen carbohidratos para que existe escasez de glucosa y la grasa sea la protagonista fuente energética, una vez convertida en la fuente principal de energía ésta entra fácilmente a la mitocondria, y ya dentro de la célula es posible desde el ciclo de Krebs, que es la ruta metabólica o sucesión de reacciones químicas que forma parte de la respiración, donde es liberada la apreciada energía o las 147 moléculas de ATP, a través de la oxidación del Acetil CoA, desprendiendo el deseado combustible alternativo, que sin duda le brindará al cerebro las 600 calorías necesarias para regenerarse.
Si el organismo logra desde las grasas mantener activo el proceso de regeneración, existirá un soporte para el estrés emocional de hasta un 60% más que el individuo promedio. A la vez, se torna necesario que la persona alcance la comprensión de sus conflictos emocionales no resueltos más importantes, ya que éstos son causa importante de estrés, contracción corporal y reducción de recursos vitales que se disponen para hacer frente a las situaciones de vida, lo que redunda en una baja captación de oxígeno, perdiéndose ATP y acelerando, por ende, el proceso de envejecimiento.
Una alimentación de alto rendimiento procedente de la eliminación casi total de los carbohidratos y con aumento en el consumo de las grasas, permite una mayor captación de oxígeno, ayudando a las personas a soportar el proceso que necesitan realizar para entender los estímulos recibidos y procesar la emoción que resulta de la interpretación de un estímulo determinado, sin sufrir un colapso abrupto por tener una ventana de umbral físico de un 60% más alto en comparación con comedores compulsivos de azúcar o carbodrogos, lo cual, quiere decir, que la captación de oxígeno levantará la reacción química, a la vez que la persona aumenta su inteligencia emocional con el fin de resolver los conflictos emocionales (bioenergía), utilizando los medios que en ese momento tenga a su alcance, sea autoayuda, terapia con especialistas en la materia, charlas, libros, apoyo y cariño ofrecido por otras personas, descanso en termino de diversión, vacaciones, largas horas de sueño, etc.
Es reconocido que si una emoción como el miedo cierra el sistema y éste se vuelve anaeróbico, perdiendo la capacidad de regenerarse y acelerando su proceso de envejecimiento, la nutrición de alto rendimiento -en el sentido de la ingesta de grasas sin mezclarlas con azúcar-, permite que la persona soporte un poco más y sea capaz de administrar más favorablemente sus recursos mientras aprende sin colapsar, de otra manera es más factible que el estrés emocional se agregue al nutricional y termine generando una enfermedad de muerte como el Parkinson o el Alzheimer, o una enfermedad anaeróbica degenerativa como el cáncer.
Nota: a nuestros niños les damos cereal o gallo pinto antes de ir a sus escuelas y luego nos quejamos de que tienen el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.