🥩EL CARBOHIDRATO, UNA CONDICIÓN SOCIAL QUE NOS ENFERMA.
Si el excesivo consumo de carbohidratos o la totalidad de dietas basadas solo en carbohidratos sin tomar en cuenta que en lugar de comer tanta azúcar podemos cambiar a consumir grasas y proteínas, entendiendo que los carbohidratos nos dañan tanto, nos aportan tan poca energía (37 moléculas de ATP) y además es una energía de corta duración, la cual es nueve veces más adictiva que la cocaína, esclavizándolos al consumo compulsivo, donde las personas advierten ansiedad por carbohidratos y no nos damos cuenta de lo que hacemos hasta que tenemos diabetes tipo ll, úlceras estomacales, pies hinchados por retención de líquidos, cansancio excesivo, etc.
Es porque el exceso en el consumo de carbohidratos adormece el sistema por adicción y al estar “drogados” o inundados de azúcar el cuerpo pierde la capacidad de percibir si estamos inflamados o lentos para pensar, sanar, regenerar o del todo no sanar o regenerar, similar a tratar de percibir las emociones para observarlas y aprender de ellas para fortalecernos a lo interno.
Para percibir emociones necesitamos estar conscientes de ellas, ya que el cerebro registra las emociones realizando codificaciones biológicas que nos crean conflictos al interno por acontecimientos que se graban y por no lograr percibir nuestras emociones, no le damos las recomendaciones necesarias a nuestro sistema y así generamos síntomas, signos y síndromes.
El ser humano lleva cierto tiempo consumiendo carbohidratos ya que se le hizo más sencillo sembrar que cazar, produciendo un estado de seguridad y confort; también eventos de celebración como los cumpleaños o matrimonios han relacionado la vida y la unión con dulce por eso nunca falta un queque en un cumpleaños o una boda.
Hemos aprendido que el dulce es placer, entonces ante un evento doloroso como la tristeza que es una emoción fácil de percibir buscamos consuelo en el dulce, como lo haría una mujer a la cual la dejó su novio, como una compensación, es decir, se da algo de “cariño” mediante la ingesta de dulce, igualado a placer, en un intento por reducir el dolor.
Otra emoción fácil de percibir es la ira (agresión, cólera, contracción del cuerpo), que usualmente viene de la frustración, la impotencia, el miedo o la desesperación, entre otras, así que por eso muchos buscan consuelo en el licor. ¡Una vez hecha la programación!, la persona deja de ser consciente de lo que sucede en su interior, lo mismo que del tipo de cosas que hace para huir de su malestar y busca como “pasársela bien”.
La programación condiciona a nivel biológico y hace que un diabético, por ejemplo, te diga con seguridad que él no come azúcar a pesar de que come así:
.. Desayuno: cereal con leche más plato de frutas,
.. Merienda: yogurt con manzana,
.. Almuerzo: espagueti con queso,
.. Merienda: tostadas con margarina más café con edulcorante,
.. Cena: Sopa.
Al parecer el carbohidrato viene a suplir la falta de amor y apapacho que el ser humano busca desde niño.
Un vikingo por ejemplo, celebraría un triunfo, una alianza, un matrimonio con carne cargada de grasa, por esa misma razón no solo eran muy fuertes, sanaban con firmeza, eran menos susceptibles a las enfermedades y eso les permitió navegar y conquistar sin morir de enfermedades.