🥩EL CARBOHIDRATO, FUENTE DÉBIL DE APORTE ENERGÉTICO.
A pesar de que el desarrollo de la fatiga se da al bajar el glucógeno por ser una fuente pobre de energía para nuestro cuerpo, obligándonos a consumir mucho carbohidrato diariamente, el cual además de convertirse en glucógeno, se transforma en colesterol LDL del pequeñito que se adhiere a las arterias = aterogénico, en triglicéridos y grasa subcutánea que nos hace lucir redondos, dañando nuestro cuerpo, al generar muchos radicales libres, lesionar el páncreas, afectar la tiroides, pegar las beta-amiloides en el cerebro como el sarro en los dientes, nadie quiere dejar de comer azúcar. Si eliminamos los carbohidratos permitimos el desarrollo de otro método para generar energía más eficiente.
A un ciclista de ruta o un corredor de fondo se le dice que debe comer pan, cereal, miel, mermelada antes de salir a rodar o correr y al ser esos productos carbohidratos o un combustible deficiente de poca duración y poco aporte energético, se ven en la obligación de llenar su ropa deportiva de geles de carbohidratos, bebidas llenas de sal con azúcar, barritas de carbohidratos con nombres diferentes para sentirse apoyados al ir retrasando el consumo del glucógeno muscular y hepático, ya que esas reservas en hígado y en músculos apenas logran aportar un máximo de 2.000 calorías para soportar eventos dónde el cuerpo quemará unas 4.000 calorías.
Esos geles, barras, o bebidas de carbohidratos pueden retrasar la caída de glucógeno pero… cuando éste cae, cae, “tanque de gasolina vacío”.
Esa forma de suministrar energía además de estar limitada a un máximo de 2.000 calorías en atletas bien entrenados; porque no todas las personas logran almacenar los 500 gramos de glucógeno hepático para recibir las 4 calorías que da el glucógeno por molécula (500 × 4 = 2.000), NO PERMITE al cuerpo utilizar la grasa como fuente principal de energía, para solventar la carencia de reservas energéticas, a pesar de que, cada molécula de grasa pueda aportar 9 calorías, estimándose en atletas con porcentajes de grasa corporal por abajo del 8%, un mínimo de 40 mil calorías, las cuales serían más útiles en eventos donde se queman 4 mil calorías.
Esa incapacidad de utilizar la grasa como la gran fuente energética con un mínimo de disponibilidad de 40 mil calorías, se debe a que el metabolismo no está cetoadaptado, es decir, no puede pasar de ser un comedor compulsivo de azúcar a pasar en minutos a convertirse en un comedor compulsivo de grasas. Para utilizar las maravillosas grasas como fuente primaria de energía obteniendo más del doble de energía que consumiendo carbohidratos, el cuerpo debe cambiar su metabolismo y adaptarse para generar cuerpos cetogénicos que de haber sido un cetoadaptado alimentaria el organismo con las maravillosas grasas, y poder concluir eventos de hasta 4 horas sin desfallecer aunque no se coma y solo se hidrate con agua y sal.
Esa situación podría explicarnos como las aves migratorias recorren grandes distancias y no llenan sus plumas de geles de azúcar “energética”, barritas y bebidas llenas de azúcar combinadas con sal, a diferencia de los ciclistas de largas distancias. Las aves migratorias pueden volar grandes distancias sin comer azúcar, para solo transportar su propio peso “equipaje ligero y barato”, mientras se comen su propia grasa, alojada en el citoplasma de la célula.
La utilidad de los triglicéridos como fuente de reservas de energía metabólica está muy concentrado, eso quiere decir, que podemos almacenar más cantidad de energía en grasas, que en carbohidratos por motivo de espacio (inteligencia metabólica). La diferencia es que una molécula de grasa es anhídrida, significa que esa sustancia no contiene agua, y no son polares o que rechazan el agua; por eso el aceite no se mezcla con el agua, por esa razón, un gramo de ácidos grasos ocupa menos espacios y además brinda 9 kcal, en contraste una molécula de carbohidratos que siempre estará acompañada de dos moléculas de agua, por lo tanto si agregamos otro carbohidrato, tendríamos dos moléculas de carbohidratos y cuatro moléculas de agua, entendiendo que ocupan mucho espacio; si nos ponemos a suponer que el cuerpo pueda almacenar 40 mil calorías desde los carbohidratos, seríamos como una bomba de inflar, pero llena de agua con apenas 4 kcal por un gramo de hidratos de carbono que son polares para estar altamente llenos de agua pero sin garantía de estar hidratados, generando menos rendimiento calórico.
Esa reducción, anhídrido y no polar = seco, de los ácidos grasos, genera esa gran diferencia en el rendimiento calórico si lo vemos a la par de un gramo de glucógeno , unido a dos gramos de agua. Un gramo de grasa anhídrida da seis veces más energía a la par un gramo de glucógeno acompañado de agua, por eso es que el organismo selecciona los triglicéridos en lugar del glucógeno como depósito principal de energía.