BOLSAS PLÁSTICAS, BUZOS TÉRMICOS, FAJAS TÉRMICAS, O CUALQUIER COSA QUE ME ELEVE LA TEMPERATURA EXCESIVAMENTE Y ME HAGA SUDAR MUCHO, ¿ME ADELGAZA?
Este constituye uno de los errores más peligrosos que se cometen cuando se hace ejercicio, porque el acto de sudar poco o mucho, no tiene ninguna relación con la pérdida de grasa, sino con la capacidad para modificar la temperatura dentro de ciertos límites, por mantener el equilibrio entre la ganancia y pérdida de calor.
En esa búsqueda de mantener la temperatura corporal estable y confortable, el cuerpo abre los poros y dirige la sangre hacia la periferia del cuerpo (piel), para equilibrar la producción de calor interno, con la perdida de calor cuando la sangre se ventila desde la piel con el aire que está en el ambiente exterior.
Ese equilibrio se conoce como balance calórico o flujo calórico. Su modulación es efectuada eficazmente a través de la sudoración, para consecuentemente sufrir una disminución de agua en sangre, deshidratándonos.
Cuando se suda mucho haciendo una actividad física, lo que el cuerpo busca es mantener estable la temperatura interna de 36,5 a 37,5°C en el adulto saludable, evitando el sobrecalentamiento en busca de un valor promedio de 37 °C.
El enfriar el cuerpo para mantener los 37 °C, principalmente en el cerebro, nos hace perder agua, pero esa pérdida es justificada siempre y cuando la sangre se enfríe con el aire del ambiente exterior, pero con el uso de bolsas plásticas, fajas térmicas o buzos térmicos se perderá el contacto con el aire exterior, cuando el sudor es retenido por uno de esos objetos calentadores se evita también su evaporación (responsable del enfriamiento del cuerpo), provocando el peligroso recalentamiento interno; similar al producido por un automóvil, cuyo radiador ha quedado sin agua.
Al sufrir el cuerpo un proceso como ese, baja considerablemente su rendimiento físico, para no producir tanto calor; en consecuencia, el atleta se siente cansado, muchas veces mareado, con grandes posibilidades de anular la quema de grasa corporal, al moverse menos y quemar menos calorías con la disminución en la utilización de fuentes de grasa almacenada.
ADP + P + GRASA = ATP o energía para generar movimiento y calor.
Si por el contrario se realiza ejercicio con ropa fresca, el cuerpo suda, ese sudor se evapora, enfría el organismo y el entrenamiento se realiza de una manera más efectiva.
ADP + P + GRASA + enfriamiento por sudoración y evaporación, dan la posibilidad de generar más movimiento y calor, para realizar una demanda más alta de ATP o energía quemando más calorías provenientes de grasa para adelgazar.
El tomar agua antes, durante y después de realizar actividad física, es simplemente para mantener el volumen de la sangre estable y no deshidratarnos, brindándole al cuerpo el medio (plasma sanguíneo), para llevar por medio de la sangre el calor interno hacia la superficie, sacándolo al perder agua en forma de sudor.