QUE NOS SUCEDE EN EL AGUA
Estar dentro del agua como medio para reeducar funciones motoras, mejorar la coordinación, fortalecer, estirar y también para ganar resistencia física aeróbica y anaeróbica, lo convierte en una de las formas más seguras de hacerlo; además lo mejor de este tipo de entrenamiento es que incluye no solo nadar (estilo libre, dorso, pecho o mariposa) sino una multitud de variables que siempre resultan divertidas, ya que el ser humano se siente feliz, seguro y confortable en el agua, relacionando ésta con diversión, desahogo y satisfacción.
Cualquiera que sea la actividad acuática: golpear el agua, caminar dentro de ella, hacer formas, saltar, zambullirse, mirar dentro del agua, flotar y otros, tiene muchos beneficios, algunos de los cuales hacen que el ejercicio acuático sea incluso más aconsejable que el ejercicio en tierra firme, por ejemplo:
- El flotar es una gran ventaja ya que podemos movernos evitando hasta un 90% menos de peso sobre nuestra caderas, rodillas y tobillos para no forzar una articulación inestable tanto en su estabilidad pasiva ligamentosa como su estabilidad activa muscular, permitiendo rangos de movimiento mayores o movimientos cíclicos repetitivos sin sufrir inflamación por falta de fuerza y sobrepeso en personas que desean adelgazar, o rehabilitarse de una lesión, incluyendo con facilidad adultos mayores que desean mayor desempeño físico.
- Si entrenamos en el agua podemos conseguir hasta un 13% más de resistencia que cuando entrenamos fuera de ella por eso los atletas de resistencia como boxeadores, ciclistas, corredores, futbolista, basquetbolistas, la usan como complemento a elevar el consumo máximo de oxígeno (Vo2 máx.).
- Nadar aumenta tu propiocepción (sentido que nos dice la posición y movimiento de los músculos, es la capacidad de sentir la posición de las partes corporales), ya que la natación a diferencia de otros deportes la cabeza está adelante del cuerpo, o sea, no podemos mirarlo, a diferencia del fútbol donde la cabeza está encima del cuerpo y podemos mirarlo incluido hasta los pies, quiere decir, que para nadar necesitamos sentir para poder saber si movemos correctamente el cuerpo aumentando la conexión cerebral con el resto del cuerpo.
Arturo Calvo N.
Entrenador De Alto Rendimiento Deportivo.