EVITAR EL GASTO CARDIACO.
Tomar unos 4 vasos con agua tibia en ayunas, evitará un gasto cardíaco mayor.
El 60% de nuestra sangre es agua, el resto son solutos o células como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
La hidratación es realmente importante para mantener estable el contenido de agua en sangre y así permitir un tránsito exitoso de oxígeno y nutrientes a través de los vasos sanguíneos.
Después de un ejercicio aeróbico continuo, como por ejemplo salir a trotar 1:30 minutos, el sudor (perdida de agua), puede disminuir el volumen de agua en sangre, esa disminución se refleja en un aumento de la frecuencia cardiaca, es decir, el corazón late más rápido. La razón es que a menor sangre (plasma), menos espacio para que el oxígeno y los nutrientes puedan transitar, similar a tener una pista de 8 carriles y de repente disminuirla a 3 carriles; entonces si los músculos necesitan oxígeno y de repente pasamos de “8 carriles” a “3 carriles”, el cuerpo lo expresará como una deficiencia a la hora de llevar el oxígeno, por lo que el corazón empieza a latir más rápido para solventar la falta de espacio y de esa forma con el espacio disminuido trata de acelerar el tránsito de oxígeno y nutrientes, por eso la frecuencia cardíaca se eleva, por ejemplo: una persona que mantiene 70 pulsaciones por minuto en reposo y sale a trotar de forma continua y uniforme, podría elevar la frecuencia cardíaca a 135 pulsaciones por minuto, si no se hidrata conforme continua corriendo y sudando, perderá agua en sangre con lo cual su corazón elevaría el ritmo (gasto cardíaco) de 135 pulsaciones por minuto a 140 y más pulsaciones por minuto.
Si una persona no toma agua ni líquidos, podría tener una frecuencia basal cuando duerme de 70 o más pulsaciones por minuto, cuando lo que se espera es que durante el sueño la frecuencia cardíaca este por debajo de las 70 pulsaciones por minuto para evitar un gran gasto cardíaco y el corazón pueda relajarse.
Si las personas acostumbran a hidratarse apenas se levantan, las posibilidades de enviar oxígeno y nutrientes hacia diferentes partes del cuerpo aumenta, ese aumento en el plasma sanguíneo es lo que disminuye la frecuencia cardíaca, disminuyendo el gasto cardíaco.
El corazón no necesita latir más rápido para enviar oxígeno y nutrientes a nuestro cuerpo si los vasos sanguíneos están llenos de agua, porque el tránsito mejora y se dura menos tiempo en llevar oxígeno y nutrientes hacia las diferentes células.
Con hidratación, un bombeo del corazón puede hacer lo que una deshidratación severa, obligaría al corazón a bombear casi el doble de rápido, la hidratación se traduce en menos esfuerzo, evitando una frecuencia cardíaca acelerada.