ENTENDIENDO UN POQUITO LAS ARTICULACIONES DURANTE EL ENTRENAMIENTO FÍSICO.
Una articulación es la unión de un hueso con otro, como las que posee el cráneo, y otras articulaciones están separadas para poder ejercer movimiento (arco de movimiento), como las articulaciones de los hombros. Toda esa separación en articulaciones que generan arco de movimiento, se da por estructuras que logran separar un hueso del otro, gracias a esa distancia es que un hueso puede rotar y deslizarse.
En una articulación una parte es cóncava y la otra es convexa. Por cóncavo podemos observar una forma curva más hundida en el centro, como una cuchara que tiene la curvatura hacia dentro. Por convexo podemos decir que la curva es más prominente en el centro que en los bordes. Esa forma cóncava – convexa acopla las articulaciones, pero a la vez ellas se mueven, dicho movimiento se da gracias a los músculos que se encuentran arriba de estás. Si analizamos la rodilla, los músculos que la extienden y la flexionan están arriba de la articulación de la rodilla y para traccionar el hueso que está abajo de la rodilla (tibia y peroné), los músculos isquiotibiales y cuádriceps que están en el muslo o arriba de la rodilla necesitan pasar por la rodilla y llegar hasta la pierna para insertarse en el hueso de la tibia. Quiere decir, que los músculos del muslo ubicados arriba de la rodilla mueven la pierna que se encuentra abajo de la rodilla, lográndose el movimiento articular gracias a la continuidad tendinosa.
Un tendón es la parte final de un músculo, sin embargo, los tendones se comportan diferente a los músculos y al ser más delgados que el vientre muscular (centro del músculo), los tendones nunca logran fortalecerse antes que el músculo, y cuando el músculo se contrae para generar movimiento el tendón lleva la mayor presión en el movimiento inicial de la contracción.
Esa presión o golpe inicial que genera la contracción para realizar el arco de movimiento, se conoce como torque, ese tirón es similar al que se genera al tirar fuertemente el extremo de una cuerda para jalar un objeto que se encuentre en el extremo contrario de dicha cuerda, un ejemplo en deporte sería, visualizar un atleta de velocidad en una carrera de 100 mts planos, cada vez que hace contacto contra el suelo para impulsar su cuerpo hacia arriba y hacia el frente, el tendón de Aquiles ubicado por debajo de los gastrognemios o pantorrilla y que se inserta en el talón, puede soportar un golpe o torque de 2600 a 2800 lbrs de presión o un aproximado de 1181 a 1272 kilogramos, superando la tonelada.
A pesar de que los tendones son tan resistentes a la fuerza aplicada, puede aparecer la lesión aguda por sobre estimulación, llevando al tendón a inflamarse para definir esta condición como tendinitis. Al igual que el ejemplo de la cuerda cuando tiramos de ésta para mover su extremo distal los músculos tiran del tendón, porque estos se contraen con una fuerza lineal, aunque podamos advertir que la articulación no se mueve en línea recta, sino en forma circular, para ver el arco de movimiento y medir ese movimiento en ángulos para poder decir que una rodilla puede flexionar 125 grados.
Lo que hace que los huesos se desplacen y se de ese arco de movimiento a pesar de que el músculo se contraiga linealmente y el tendón se tilinte para provocar un golpe o torque acercando y a la vez fijando para empatar la extremidad cóncava hacia la convexa (estabilidad activa muscular), lo que provoca la rotación y el deslizamiento es la fuerza tangencial.
En el atleta, sea corredor, nadador, bailarín u otros, el torque es mayor y repetitivo, es por eso que, durante el entrenamiento físico, uno desmejora, baja el rendimiento físico para destruir el cuerpo, creando micro lesiones.
Por eso entrenar sistemáticamente es contraindicado y requiere de cálculos que permitan al cuerpo recuperar esas micro lesiones sin agregarlas para alejarse del daño articular (programación del entrenamiento físico).
La programación del entrenamiento físico encuentra el tiempo adecuado para que nuestro cuerpo obtenga su fase de adaptación, que trata de mantener el orden interno de nuestro organismo con respecto a los estímulos externos.
La adaptación al entrenamiento es el tiempo adecuado que le permitimos a nuestro sistema, para que este se recupere y mejore, logrando afrontar los nuevos estímulos e ir adecuándose cada vez más, para notar un rendimiento físico cada vez superior, sin llegar al colapso en el intento; por ejemplo, si hace frío cerramos los poros y temblamos para crear calor y mantener la temperatura interna estable, si hace calor los poros se abren y sudamos, todo para mantener la temperatura interna estable, que en ambos casos debe ser la misma (37 grados internos).
Durante el entrenamiento físico, nuestros tendones desmejoran; todo esto puede ocasionar una lesión aguda tendinosa. En realidad: ¿cuándo es que uno mejora?
1. Cuando descansa.
2. Cuando duerme.
3. Cuando se hidrata adecuadamente y
4. Cuando come proteínas de origen animal y grasas.
Una persona que entrena programadamente debe dar mayor mantenimiento al cuerpo para que el ejercicio físico no sea nocivo para la salud. Es como tener un taxi que trabaja las 24 horas del día, los 365 días del año, y compararlo con un automóvil personal que se usa para ir y venir del trabajo o solo los fines de semana. El taxi cambia el aceite más rápido, utiliza más combustible, cambia antes los repuestos, etcétera.
En realidad, el entrenamiento es un esfuerzo mayor, que requiere de mayores cuidados corporales, por eso un bailarín profesional o un corredor de maratón, debe:
.. dormir 8 horas,
.. hidratar el doble o el triple de lo recomendado,
.. comer grasa, la cual aporta 147 moléculas de ATP (“GASOLINA CORPORAL”), por ciclo respiratorio, en lugar de comer carbohidratos que apenas aportan 38 moléculas de ATP por ciclo respiratorio,
.. ingerir carne de origen animal, ya que es biocompatibles y en ausencia de carbohidratos es bioaccesible, entendiendo que un atleta debe comer de 1 gramo a 1.5 gramos de proteína de origen animal diariamente por cada kilogramo de peso; si pesa 70 kilos debe consumir un mínimo de 70 gramos de proteína sumando el total de todas las comidas que realice en un día.
Una dieta baja en proteínas de origen animal cuando se entrena sistemáticamente, lo único que puede lograr es un cúmulo de lesiones, que a veces nos cuesta la actividad física, y en el mejor de los casos puede revertirse, porque la mayoría de las veces no solo acumulamos tendinitis, sino desgarros musculares, desgastes cartilaginosos, bursitis, cambio de carácter, dolor de cabeza, cansancio, muchos resfríos, falta de apetito sexual, entre otros. Si toma la decisión de seguir una dieta vegetariana, ya sea por una creencia religiosa o porque piensa que va durar más años vivo y saludable, por favor no haga ejercicio físico.