CONTRACTURA.
En una contractura las fibras musculares se contraen y no se relajan, generando una vaso constricción o cerramiento de arterias impidiendo la entrada de sangre, al no llegar nutrientes ni oxígeno desde la sangre hacia la célula, se produce ácido láctico al no captar oxígeno, consecuentemente se destruye la célula.
Al no haber oxígeno en las células del músculo, el cuerpo interpreta una lesión, contrayendo los músculos para que la persona no se mueva en un intento fallido de curarse, forzando al reposo; pero esta condición de poco oxígeno produce una isquemia, generando dolor, que contrae más las fibras, volviéndose una condición cíclica (entre más dolor, más contracción, entre más contracción, menos oxígeno, entre menos oxígeno, más dolor…).
Es el tipo de paciente que vemos con: hombros congelados, tortículis, lumbago muscular, calambres, etc.