🥩DIETA “EQUILIBRADA” Y EL BONKING.
El Bonking (“golpe contra la pared”), no es exclusivo de los atletas de resistencia como los maratonistas de 42 kilómetros y 195 metros o los ultramaratonistas que van dese los 50 kilómetros y hasta distancias de 160 kilómetros o más, sino que puede ser posible en casi todas las personas que se sometan a dietas con energía restringida o menor consumo de calorías requeridas por el cuerpo para vivir energéticamente “estable”.
Esas dietas de restricción calórica se conocen como dietas “equilibradas”, donde se distribuye:
. 65% carbohidratos,
. 20% proteínas y
. 15% grasas, dichos porcentajes se distribuyen en porciones para controlar la cantidad de calorías en cada comida y poderlas repartir durante el día. Entonces, si una persona tiene sobrepeso y consume 3500 calorías diarias, se recalcula esa ingesta calórica y se disminuyen las calorías para bajar de peso, y dependiendo de la urgencia, el objetivo o los parámetros que se hallan establecidos, se eliminan 500 o más calorías diarias; esas reducciones en la ingesta de calorías son muy propensas al concepto que se conoce como “chocar contra la pared” aunque no se realice actividad física deportiva continua y uniforme, como por ejemplo la práctica de ciclismo de ruta donde se puede rodar por 30 km.
Algunos parámetros a seguir en la búsqueda de la pérdida de peso corporal es encontrar el índice de masa corporal (IMC) que es un método utilizado para indicar si la estatura de la persona corresponde a su peso “ideal”, si los parámetros establecidos están fuera del rango del peso indicado como el “ideal” o no concuerdan y existe sobrepeso, se realizará una dieta “equilibrada”, con reducciones calóricas para alcanzar el deseado índice de masa corporal.
Entonces, si una persona necesita 2000 calorías para vivir o funcionar energéticamente y hay restricción de calorías a unas 1500 calorías, por ejemplo, se estarían disminuyendo 500 calorías de su necesidad calórica, y haciendo una simple resta de calorías podríamos pensar que se puede perder de 3 a 4 kilos de peso por mes.
Pero, aunque la dieta “equilibrada” mantenga el 65% de los carbohidratos y distribuya la dieta, por ejemplo:
DESAYUNO:
Un huevo + una tostada de pan cuadrado light + café sin azúcar,
ALMUERZO:
Ensalada de lechuga con brócoli y espinacas + una porción de carne del tamaño de la palma de la mano bien delgada + gaseosa light, para ahorrar 500 kcal de los carbohidratos de la dieta “balanceada” para distribuirlos posteriormente en la cena; esas reducciones para quitar calorías y conseguir bajar de peso, también restarán calorías a un cerebro que necesita diariamente 600 calorías para funcionar con normalidad.
Si se es un consumidor del 65% de carbohidratos de la dieta diaria, eres un quemador de azúcar y ya de por sí, un quemador de azúcar no puede generar las 600 calorías diarias que el cerebro necesita, es decir, en una dieta de 2000 calorías para vivir energéticamente estable, el cerebro no recibirá las 600 calorías y si consumimos 2600 calorías para compensar el déficit alimentario al que sometemos el cerebro, esas 600 calorías no las puede usar el cerebro quemador de azúcar, porque el exceso de calorías se convertirán en grasa y la persona sedentaria subirá 1 kilo de peso por mes aproximadamente. Por eso en dietas para bajar de peso se quitan hasta 500 calorías para así perder 2 kilogramos de peso por mes, en un cálculo matemático simple:
Si 1 kilogramo de peso corporal equivale a 7600 calorías y divido eso entre 500 calorías el resultado es 15.2 equivalente a días, por lo tanto, se pierde 1 kilogramo de peso cada 15 días. Pero esa reducción de calorías de 2000 a 1500 calorías, es una feroz competencia entre los músculos contra el cerebro, restándole aún más calorías a un hambriento cerebro que competía con los músculos en una antigua dieta de 2000 mil calorías, por lo que el cerebro va a RECLAMAR la abrupta reducción de calorías de 2000 a 1500 calorías. Y podríamos suponer que pregunta: – ¿dónde están mis 600 kcal? – Quiere decir, que bajo esta restricción calórica solo las personas más decididas a soportar la ANGUSTIA y la ANSIEDAD, resisten las ganas de comer y es aquí donde recurren a tomar mucho café, dormir más, usar auriculoterapia con balines que controlen su ansiedad en puntos que podrían bajar el ansia por algo dulce.
La ansiedad hace que la persona recurra a estar activando los puntos auriculares (acupuntura en la oreja) a cada momento, lastimando su oreja porque su cerebro es “un panal alborotado” pidiendo calorías.
Pero si en lugar de realizar una dieta “equilibrada” al 65% de carbohidratos con una disminución de 500 calorías al pasar de 2000 calorías a 1500 kcal, e invertimos la pirámide alimenticia y reducimos los carbohidratos al 10%, mantenemos las proteínas al 20% y subimos las grasas al 70%, manteniendo esos porcentajes ininterrumpidamente por 3 semanas, reduciendo abruptamente la producción de insulina por la falta de carbohidratos y con eso permitir al organismo volverse un comedor compulsivo de grasa corporal, “llantas, ñongos o rollitos”, que nos sobran; el cuerpo va a elevar el proceso de quemar la grasa, convirtiéndose en un cetoadaptado al ser un quemador de grasa para quitarse las “llantas” de encima. Al ser un cetoadaptado la cantidad de cetonas en sangre se elevará a niveles que pueden alimentar el cuerpo, y a la vez estos cuerpos cetogénicos son capaces de alimentar el cerebro sin necesidad de alimentarse de azúcar; un cerebro totalmente nutrido hará desaparecer la ANSIEDAD POR EL AZÚCAR que da menos de 600 calorías cerebrales y aparece en dietas con reducción calórica al bonking.
Si bien el cerebro es un excelente quemador de azúcar, ésta no logra brindarle las 600 calorías que requiere y las cetonas sí. En bioquímica el acetil-CoA producido por la oxidación de los ácidos grasos en las mitocondrias del hígado, pueden ser oxidadas aeróbicamente (respirando) por el ciclo del ácido cítrico o ciclo de Krebs, que es la ruta metabólica en las mitocondrias, compuesta de reacciones químicas utilizando oxígeno, donde una fracción significante de ese acetil-CoA es convertido en acetoacetato que junto con la acetona son referidos como cuerpos cetónicos que sirven como importantes combustibles metabólicos para muchos tejidos del cuerpo, por ejemplo, el mencionado cerebro que normalmente utiliza GLUCOSA derivada de los carbohidratos como fuente energética, ya que los ácidos grasos no pueden atravesar la barrera sanguínea cerebral, pero durante un ayuno prolongado de carbohidratos al 10% de la dieta, los cuerpos CETÓNICOS son la mayor fuente de energía del cerebro (equivalentes a los ácidos grasos) aportando las deseadas 600 calorías que el cerebro requiere para funcionar y regenerarse, desapareciendo la ansiedad por algo dulce principalmente por las noches, dejando de necesitar: cereales, panes, galletas, arroces, pizzas, hamburguesas, chocolates, aguas dulces entre otros.