CETOACIDOSIS.
La cetoacidosis se da al no poder usar el azúcar que se come o que se tiene almacenada como combustible, porque el páncreas no puede producir insulina y se da una ausencia de esa hormona, una característica del diabético tipo l, o del diabético tipo ll en su etapa tardía, porque la persona a pesar de estar teniendo problemas para reconocer su propia insulina o la deja de producir, insiste en no dejar de comer azúcar, continuando su dieta con muchos carbohidratos, que van desde el 65% de la dieta o más porcentaje y sigue comiendo:
.. Desayuno:
cereal con leche y plato de frutas.
.. Media mañana:
café con azúcar blanco (2 cucharaditas) y galletas dulces.
.. Almuerzo:
macarrones en salsa blanca con queso, pan tostado con mantequilla y una gaseosa con azúcar.
.. Merienda:
pan con mermelada y un té con 2 cucharaditas de azúcar.
.. Cena:
Sandwiches con queso, mantequilla, mortadela, mayonesa, salsa de tomate y un chocolate con leche.
Entonces en la mayoría de los diabéticos tipo ll, el páncreas produce más cantidad de insulina de lo normal porque las células musculares que queman casi toda la glucosa gracias a la insulina, no lo están haciendo, porque al cuerpo lo volvemos deficiente o resistente a su señal de insulina (resistencia a la insulina). Típicamente los diabéticos tipo ll no desarrollan cetoacidosis diabético, ya que las células grasas retienen gran parte de la respuesta a las órdenes de la insulina, por eso los resistentes a la insulina, los diabéticos tipo ll o los que comen pan, pizzas, cereal, arroz, helados, mermeladas, postres, repostería, gaseosas, golosinas y son sedentarios, tienen sobrepeso u obesidad, debido a que sus células de grasa se mantienen constantemente en el modo de almacenamiento por sus niveles altos de insulina.
Los niveles altos de insulina evitan quemar la grasa corporal, apagando el enchufe para obtener energía desde las grasas, si comemos azúcar seremos quemadores de azúcar principalmente, por lo tanto un maratonista o un ultramaratonista que come antes de la competición en su cena pastas, en su desayuno cereal, pan con mermelada para almacenar glucógeno hepático y glucógeno muscular, además durante la carrera come geles de azúcar, para mantener su sistema alimentado del débil combustible azúcar, con el objetivo de retardar el consumo de reservas de glucógeno en el hígado y en el músculo; cuando el ejercicio continuo por mucho rato como una ultramaratón de 80 km, haya gastado el glucógeno de reserva hepático y el glucógeno de reserva muscular, ni siquiera comer azúcar durante la carrera levantará las ya extintas fuentes de energía del glucógeno hepático y muscular.
Significa que cuando el glucógeno hepático y el glucógeno muscular se gastan, se gastan y no se pueden levantar durante el ejercicio continuo, es decir, cuando se cae, se cayó, y como se está comiendo azúcar el interruptor que enciende la producción de energía por medio de las grasas está apagado, generando lo que se describe como “golpear la pared” o en ingles bonking, entonces el atleta, aunque tenga 40 mil calorías almacenadas en grasa, no las puede usar porque anda buscando azúcar.