LOS EJERCICIOS DE FLEXIÓN DEL TRONCO.
En realidad, los ejercicios conocidos como “abdominales” que son flexiones de la espina dorsal, te bajan la panza porque soportan mejor la inflamación intestinal.
Hay que entender que los intestinos son órganos altamente eléctricos, porque poseen muchos nervios, con el estrés emocional la microbiota intestinal sufre descargas eléctricas y se pierde ese importante recurso de bacterias, imprescindible para la salud corporal, también la mala combinación de alimentos donde las comidas se pudren y se fermentan, entonces la microbiota intestinal se ve afectada en respuesta al estrés emocional por el mal manejo de las emociones y al estrés físico por las malas combinaciones de comidas, ambas condiciones inflaman los intestinos o se inflan como una bomba, distendiendo el abdomen.
Cuando el intestino se inflama y se asoma fuera de la cavidad abdominal se ve una panza. Sin embargo, cuando cuidamos lo que comemos y a la vez ingerimos agua veinte minutos antes de las comidas o tomamos agua regularmente de preferencia tibia, el colon ganará recursos al poseer una microbiota intestinal robusta.
Cuando las personas ejercitan los rectos abdominales y los oblicuos, generan soporte a los intestinos, ya que estos son empujados hacia la cavidad abdominal, esa presión ejercida por la pared abdominal crea una presión osmótica de “succión”, al empujar los intestinos evitan que se inflen con tanta facilidad.
Comiendo sin mezclas de carbohidratos como las féculas con proteína, por ejemplo, papa con carne, arroz con pollo, lentejas con carne, pan con mortadela, arroz con frijoles y otras combinaciones, y si bajamos el estrés emocional realizando ejercicio regularmente, incluidos los ejercicios llamados abdominales, evitaremos la colitis, el estreñimiento y la mayoría de dolores abdominales espasmódicos (cólico).
Los maestros de las artes marciales chinas o shaolin dicen: “si duele estómago ponte toda la noche saco de arena en vientre”.