💙ANATOMÍA REPRODUCTIVA DEL HOMBRE:
La anatomía reproductiva masculina es una maravilla de ingeniería humana.
Por un lado, tenemos la parte visual externa, por la otra el increíble mecanismo interno; ambas partes inteligentes con la capacidad de generar vida y a la vez mantener potente la propia vida.
Increíblemente tanto la parte externa como la interna funcionan al 100% a partir de un componente emocional, entendiendo que es una misma en su totalidad. Si las emociones que acompañan la forma en que los hombres se perciben, sienten y cuidan de sí mismos es favorable en términos de autoafirmación, aprecio, respeto y conexión con su sentir, las condiciones de su salud personal en el ámbito reproductivo les proveerá la sensación de estar y ser potentes, de forma que no sólo su sistema reproductor masculino, sino también como personas experimentarán ser fuertemente poderosos, válidos y atractivos.
Ser extremadamente poderoso, no se reduce a erecciones ultra firmes y hermosas para el disfrute con una pareja. Esas erecciones, que son un regalo de la vida para la conexión y el disfrute de ambas partes, a la vez permite un aumento sensible en la energía vital de los dos gracias a la danza que se produce entre yin y yang, al dar de corazón para recibir de retorno. Las condiciones del intercambio sentido con una mujer además del aporte en el aumento de energía, facilita la activación del ADN mitocondrial, ya que el mismo no está presente en el ADN masculino, pero sí en el femenino, y lo puede transmitir.
Si las acciones son duras y forzadas las hormonas, conocidas como el cuarteto de la felicidad -oxitocina, endorfina, serotonina y dopamina- difícilmente se producirán en la cantidad suficiente para experimentar conexión y dar paso a la intimidad, debido a que las condiciones presentes en la relación en lugar de ser placenteras se viven como maltrato o agresión produciendo alerta y malestar en lugar de relajación. Ello conduce a la producción de cortisol, como si se tratara de un exceso de presión o ataque, que puede llevar a la lucha, evasión o inhibición, cuyos resultados favorecen la confusión mental, desconexión emocional y hasta disociación de manera que se genera una separación del sentir corporal, como un recurso de protección. La consecuencia es que se pierde la conexión y ambas partes pierden el deseo de intimar, lo cual es mostrado más sensiblemente en el caso del hombre debido a que su sistema reproductor se debilita, cae en potencia y las erecciones si llegan a darse, son forzadas bajo estrés. Si las condiciones no son las propicias, la sensible próstata se siente lesionada, se cierra para evitar el acceso de las señales de agresión, debido a las sensaciones que reciben de sentirse violentado y/o la consecuente pérdida de la autoridad que siente requiere tener.
Por ello no es válido reducir la potencia sexual masculina a una simple erección. De hecho, los hombres pueden tener erecciones al dormir o durante el día, pero éstas son diferentes a las poderosas y hermosas que pueden experimentar para entrar en intimidad con una pareja.
Ésta le significa cambios hormonales importantes a él, entre ellos están:
.. elevación de la testosterona, la cual fluctúa minuto a minuto, si la energía de la mujer eleva la energía del hombre y no se busca una simple descarga, el encuentro íntimo elevará la testosterona a su máxima expresión, en un encuentro sexual energético, sentido y sin descarga; los músculos experimentan turgencia y las personas lucen hipertrofiadas,
.. se disparan las hormonas del placer, sobre todo oxitocina y dopamina, con lo cual se genera en el sistema sanguíneo la liberación de óxido nítrico endotelial permitiendo la elasticidad de las arterias, aumentando el flujo sanguíneo que ya para ese momento está saturado de oxígeno y nutrientes para ser distribuido con mayor frecuencia y a más velocidad, con una incrementada captación de oxígeno al estar el cuerpo relajado,
.. sin descarga está más presente el intercambio energético, para que el cuerpo quede rebosante de energía, convirtiendo el encuentro sexual en un canal para la regeneración continua que se puede extender hasta el próximo encuentro,
.. en términos de salud corporal, hay poca producción de insulina con lo que se evita llenar el cuerpo de grasa y la glucosa que el propio hígado produce, cuando no se ingiere exceso de carbohidratos puede ser usada naturalmente, mientras se aumenta la hipersensibilidad a la insulina, que es todo lo contrario a la resistencia de la insulina, la cual provoca personas prediabéticas.
El descargar y perderse del poder que genera el encuentro sexual, no se refiere a la eyaculación masculina, sino a la forma en que se busca eyacular, es aquí donde vamos a explorar la testosterona, una potente hormona sexual y de vida.
La testosterona es la que eleva la libido, esto significa que mucha testosterona es una invitación al encuentro sexual. Lo importante de las hormonas naturales es precisamente eso, que son creadas con precisión e inteligencia por el metabolismo salvaje, significa que no están ahí para tomar control ni posesión de nuestras acciones, están para apoyar un mejor desenvolvimiento corporal.
A diferencia de los reemplazos hormonales, donde se utilizan hormonas sintéticas, las que jamás van a ser exactamente a las que el cuerpo fabrica y las dosis que necesita en cada momento y tiende a generar cierta discusión con el metabolismo ya que éste, en la mayoría de las veces, no logra ajustarse al control y las órdenes que la parte sintética dicta. Esto da paso a los problemas metabólicos presentados por los diabéticos, los hipotiroideos y el uso de la testosterona sintética ya que el uso de los reemplazos no permite al cuerpo regular la energía inducida que éstos producen.
Lo ideal aquí es proveer de recursos al metabolismo a partir de la alimentación, el ejercicio, la meditación, la respiración consciente, el descanso, y por qué no, con suplementación, que apoyan la generación de las propias hormonas y el manejo de la energía que proporcionan con mayor armonía.
Ahora bien, si el hombre produce mucha más testosterona que la mujer, es porque está diseñado para tal fin, y elevarla a su máxima amplitud es lo que mantiene a los hombres saludables.
Volviendo al encuentro sexual, si no se busca una descarga en la eyaculación y ésta se utiliza con la intención de elevar las hormonas naturales, los orgasmos acompañados de la eyaculación no bajarán la potencia del hombre, sino que en su lugar existirá vitalidad. Por esto es por lo que ese nivel la eyaculación no es el fin, sino más bien las poderosas sensaciones y vibraciones que recorren toda la columna, desde su base hasta su cerebro límbico y la pineal, lugar en que es posible experimentar un orgasmo cerebral.
Entender la anatomía reproductiva masculina, permite respetar esa maravillosa funcionalidad. Entre más se entienda su funcionamiento práctico y lógico, más se apoya la parte funcional-inteligente del sistema, pues éste es un medio para alimentar, potenciar y vitalizar la misma anatomía que da origen a toda su manifestación y expresión.
La creencia de la mayoría es que se necesitan descargas. Hemos de entender que eyacular no es el problema, es descargarse en cada eyaculación, en lugar de sostener para cargarse de energía. Si la falta de información o el mal manejo de la información lleva a la creencia de que el sexo coital es la necesidad buscada para el solo y simple hecho de descargar, eso es todo lo que se va a conseguir debido a que la creencia dirige la atención únicamente a eso definido de antemano no obstante, que el encuentro sexual en conexión e intimidad ofrezca bastante y mucho más. La reducción de posibilidades conlleva inevitablemente a un cerramiento celular y un impedimento a captar oxígeno con lo que se pierde mucha de la energía que la producción de testosterona puede producir. Pero ahí no termina la historia, en el cuerpo lo que no se usa se desecha o descarta eso implica que, de mantener la tendencia hacia un funcionamiento disminuido del uso de la testosterona, conducirá a que se produzca una disminución progresiva de la misma.
Buena testosterona desde la base natural energética, “chineará” a las glándulas reproductivas, invitándolas a producir semen de calidad, un semen limpio y rico en espermatozoides, que en sí y gracias a la captación de oxígeno, van a ser inquietamente vitales. Buen plasma seminal se une entonces a excelentes enzimas, antioxidantes, ácidos grasos, proteínas, azúcares y otros nutrientes como magnesio, zinc, calcio, colesterol, ácido cítrico, fosfolípidos, carnitina, fosfatasa alcalina, cloro y sodio.
Es mejor la masturbación masculina, que la descarga masculina dentro de la mujer. La segunda produce un bloqueo del flujo de energías, sin encuentro armonioso de energía femenina junto a la masculina.
Es precisamente ese bloqueo de energía, lo que produce una separación entre las partes después de la descarga en una eyaculación, que busca intencionalmente liberarse de un impulso en lugar de ir al encuentro íntimo con la otra persona. El resultado son dos cuerpos separados en lugar de su unión, carentes de satisfacción, debilitados, poca energía, con un mal sabor para ambos, tristeza y vacío en el interior.
Anatómicamente es en los testículos donde se desarrollan los espermatozoides y la mayor cantidad de testosterona. La producción de los espermatozoides se lleva a cabo dentro de estructuras enrolladas llamadas túbulos seminíferos, de ahí emergen hacia la red de testis o red de Haller y se alojan en otro tubo conocido como epidídimo, donde maduran.
En los testículos nunca hay semen. Si los espermatozoides no salen del epidídimo en una eyaculación, éstos son reabsorbidos. Cuando al hombre se le practica una vasectomía, se impide la salida de los espermatozoides pero jamás se acumularán en los testículos.
Si no existe un corte quirúrgico en los conductos deferentes en la eyaculación, los espermatozoides podrán viajar del epidídimo hacia el conducto deferente, para recorrer unos 45 cm de tubo.
Los conductos deferentes son tubos musculares que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra, que es un solo tubo. Ésta se une a dos tubos eyaculadores y es en ese preciso momento a los lados, existen dos vesículas seminales que, junto con la glándula prostática, impregnan a los espermatozoides de semen para alimentarlos y mantenerlos vitales.
Cuando el hombre eyacula podemos observar una sustancia blanca y pastosa que vista al microscopio, muestra la presencia de espermatozoides nadando. Sin embargo, en un hombre vasectomizado, a pesar de contar aún con semen, el mismo está carente de ellos comprobación realizable cuando se los puede colocar bajo el microscopio.
El aumento de la libido masculina se asocia a una mayor presencia de testosterona, la cual permite una muy buena producción de espermatozoides dentro de los testículos y una excelente fabricación de semen fuera de los mismos. El 60% de la producción de semen es retribuida por las glándulas seminales, el resto es asunto de la próstata.
Pensar en que los testículos se llenan de semen y pueden explotar por falta de descarga es una falacia, ya que todo es reabsorbido y recargado cada vez que caduca. Por ejemplo, los glóbulos rojos caducan cada 120 días y los nuevos emergen.
En resumen, elevar la testosterona al máximo aumenta la libido, si se deja fluir y no se descarga permitirá una regeneración corporal, excelentes elementos para tener un encuentro íntimo satisfactorio que recarga la energía corporal y emocional sin que ello implique lastimar o lesionar los testículos de alguna manera gracias a una imposible saturación por falta de descarga. Al contrario, eso permite elevar la libido y mantener los testículos con una salud plena.
La creencia de cómo debe operar el super poderoso aparato reproductor masculino pensando que el hombre es un excelente “martillador” que casi podría reventar los huesos pélvicos, es un concepto machista que lejos de traer sensación de satisfacción puede acarrear dudas, donde el mayor sufrimiento del hombre está en la relación sexual y no en el empleo poderoso del pene. Y eso es porque el machismo obliga a ser expertos sin conexión emocional, sin sentir para figurar como super hombres machos dominantes lomos plateados, sin necesidad de creer que se humillan los gorilas.
Química y cerebralmente ser el super hombre experto en la cama, revienta pelvis, es imposible. No existe un buen amante que no esté conectado, que no sienta, sin esos elementos no produce energía, el deseo, el entusiasmo, y la importante relajación para ser vital en el encuentro sexual.
El dolor más sentido es pensar que se debe dar la talla, aquí la pregunta es ¿cuál talla debe cumplir? Los hombres son seres humanos que están viviendo una experiencia sexual, la cual debe compartir, conversar y caminar. El estrés que genera el concepto de dar la talla conlleva al mal funcionamiento del sistema.
Quitar esa clase de creencias para desarrollarse es conocer, para eliminar esas ideas mal aprendidas de niño, adolescente y que aún se podrían reforzar en la adultes.
Sin el aprendizaje sobreviene el estancamiento, que es igual al deterioro, porque el sistema no opera; si no se usa bien, no se alimenta, entonces al existir la desinformación, el hombre no entiende que es un ser emocional, igualmente sensible y que esa sensibilidad es la que les permite ser muchísimo más potentes en la cama que el errado concepto de macho.